viernes, 19 de junio de 2009

Lo que la lluvia se llevó...

Es otra cosa... es un mundo diferente. Es disfrazarte de resignación y de buen humor.

Ahora la lluvia escurre entre los zapatos de alguien más, ahora la lluvia empapa más de un desconcierto. Pero preferida de otros tantos... es a quien no quiero, es a quien siempre tuve en frente y me puse de espalda.
Y grito, grito y sigo gritando. Me autoencajo.
Me moldeo para pertenecer a ellos, no a ustedes, sino a ellos. Pensé que podía encontrarte entremedio, siempre oculto, pero presente de algún modo. Quería descubrirte y arroparte. Mecerte con la caricia y la delicadeza que me esmero por entregar, por aquella que añoro a escondidas y ante los ojos de los demás la dejo escapar, con la esperanza secreta que alguien la alcance por mi y me la impregne cálidamente.

Entre tanta búsqueda te encontré. Te encontré moribundo y patético. Después me encontré. Moribunda y patética nos encontramos.Y esa careta que encontraste se fue deshaciendo con esta bendita lluvia, te fuiste quedando entre las arboledas marchitas, rodeado de tristeza y una soledad llena de compañía, a cambio de todo yo nací, luego morí.

Renací entre mis brazos, renací con mis manos entrelazando mi espíritu. Renací desconsolada por no hallarme, desconcertada de mi propia soledad...
Y así renací...

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